sábado, 28 de mayo de 2011

Cosa que no debes tocar nº 14: Un perro desconocido.


Saludos, lectores.
Hoy me apetece escribir sobre algo que, como en la anterior entrada, me remueve frecuentemente la fruta del cocotero, y que además es referente al mismo tema.

La gente que te ve paseando un perro pequeño y piensa "Eh, voy a abalanzarme sobre ese indefenso animal como si fuese a comérmelo, seguro que le hace gracia y se deja acariciar" y lo peor no es eso, porque encima, mientras tratan de violar a tu pequeño amiguito a base de caricias sin permiso, te preguntan "¿Muerde?". Para mi desgracia, sólo puedo decir "Ojalá".

Y aún a estas alturas del texto alguien se preguntará por qué me molesta eso.
Y os puedo responder con otra pregunta: "Si fuerais andando por la calle y un señor raro se lanzara corriendo mientras grita cosas incomprensibles y os comenzara a sobar, ¿cómo os lo tomaríais?".
Mi perro tampoco se lo toma bien, porque no hay que olvidar que acercarse a un perro que no te conoce desde una posición mas elevada y tocarlo, es una invasión directa de su espacio vital, cosa que dependiendo del carácter del perro puede desencadenar en ataque.

Pero no, amigos, lo peor no es eso, lo peor es que educamos a nuestros hijos con el típico "Anda, un Guau-guau, deja de mirar y ve a tocarlo, que pareces retrasado", y claro, luego se quejan si el perro muerde al niño. Lo siento, mi perro es cazador de anormales, y como no puede con los adultos, ataca a sus crías.

Ojo, que a las pruebas me remito, y es que hace un par de días andaba yo paseando a mis pequeñas bolas de pellejo peludo (mis testículos no, los perros) cuando de la nada, cual ninja, apareció un señor mayor que olía a juventud desperdiciada y tabaco, y con una sonrisa de oreja a oreja acercó su mano a uno de mis perros preguntando "¿No muerde, no?".
Mi perro, que es listo, se defendió de tal ataque con una arremetida sin contacto físico seguida de un ladrido hacia el señor raro. Lo cual provocó que el señor, indignado, se quejara del mal genio del perro.
"Disculpe, señor, pero hasta yo he sentido el impulso de morderle". Cerré una puerta imaginaria con indignación y seguí mi camino.

En definitiva, chicos/as, si veis a alguien con un perro y os apetece acariciarlo, acercaos tranquilamente al dueño, preguntadle si podéis tocarlo, y luego ya os agacháis y cuando el perro se acerque ya podéis empezar a intimar, dar el número de teléfono y lo que surja.

jueves, 10 de marzo de 2011

Mi perro no necesita más amigos, gracias.



Saludos, lectores.
Ya hace bastante desde la última entrada, pero ando algo escaso de tiempo...

En fin, hoy me apetece hablar sobre algo que me remueve las partes bajas desde hace ya tiempo.

Si alguno de vosotros suele ir a pasear su perro/gato/castor/zarigüeya/hijo/loquesea, quizá se haya encontrado con alguien que me suelo encontrar muy a menudo.
Me refiero a esa persona, que ya sea por una falta de riego, porque no se entera de las cosas o, simplemente, por el gusto de fastidiar a los demás, que va paseando a su perro y siente el impulso de ir hacia otras personas que también pasean sus mascotas.

A veces, si conoces a la otra persona, es de buen gusto que se te acerquen (si los perros se llevan bien) a hablar o lo que sea. Pero por desgracia, lo que sucede normalmente es que quien se acerca lleva un perro tan malcriado que lo único que intenta es tomarse al tuyo como merienda.
Y claro, si estás en mi caso, que te toca pasear a dos perros del tamaño de un guisante, es de bastante mal gusto que se te acerque alguien con una bestia ENORME que quiere comerse el alma de tus mascotillas, mientras su dueño te va diciendo "tranquilo, si así se hacen amigos"...
-Amigos quieren hacerse mis co**nes de tu cara y no te los voy frotando sin mas...-

Y ojo, que la cosa no se queda ahí. Por si no lo he mencionado, no les llega el riego al cerebro, y si te vas por no tener problemas, los muy [inserte aquí su adjetivo despectivo] te van siguiendo, por mucho que te encuentres en el campo de fútbol de Oliver y Benji, ellos te seguirán como si no hubiese mas sitio donde ir y su vida dependiera de pegarse a tu culo.

En fin, sólo me queda decir, que si alguno de vosotros tiene o algún día llega a tener un perro, no vayáis corriendo hacia otras personas que no conocéis con mascota si hay mas sitio donde ir.
Recordad que los que tienen que oler el culo a sus semejantes para saber de ellos son los perros, no nosotros.