domingo, 17 de marzo de 2013

De profesión: Tocapelotas (Volumen 1).

Hola, querido lector. Te preguntarás por qué te he hecho venir hasta aquí. Te haré una pregunta sencilla: ¿Trabajas como teleoperador/a? Si es así, debes saber que has perdido parte del respeto que te tenía.

En efecto, amigos, hoy voy a hablar sobre esos seres despiadados que no respetan nada ni nadie: L@s secretari@s del Diablo.
Y aun, algún alma cándida preguntará: ¿Qué tienes en contra de estos seres aparentemente inofensivos? Pues bien, tomad asiento. Aquí van dos relatos reales sobre estas criaturas del averno:

Hace tiempo, y por algún motivo que desconozco, una compañía a la que llamaré Bluestel para no mencionar su nombre, comenzó a llamar a casa preguntando por una persona que ya no vive aquí. Al principio, amablemente les indicábamos que esa persona ya no residía con nosotros, a lo que siempre contestaban con "Vaya, lo siento, y le interesaría nuestra oferta de...".

Cansado de tal acoso, decidí tomarme las cosas con humor, y puesto que la próxima vez que llamaron estaba comiendo, contesté con la boca llena. Cómo no, era una teleoperadora de Bluestel explicándome su nueva oferta de ADSL+Fijo+Móvil+Consoladores de colores a TAN SOLO 15€ al mes, una auténtica ganga, a lo que yo iba contestando haciendo notar que tenía la boca llena. La chica, que al parecer era muy avispada, se dio cuenta de que me estaba tomando la llamada a broma y comenzó a vociferar algo similar a esto: "¡Tú no sabes con quién te estás metiendo! ¡Sigue riéndote de mi y te corto la línea de teléfono, listillo! ¿¡Te crees que esto es una broma!?". Hablando en plata, la reacción de la chica me dejó el culo torcido. Así que, como buen jugador de poker que nunca he sido, me marqué un farol y le dije "¿Sabes que he grabado esta llamada y que si vuelvo a recibir otra de tu compañía preguntando por alguien que no está, iré a la comisaría de policía con esta grabación?". La llamada se cortó al instante, y aunque parezca mentira, no han vuelto a llamar de Bluestel a casa.

La otra historia, y para no cebarme con la infame compañía Bluestel, trata sobre otra compañía distinta.
Servidor, que es mas pobre que las ratas, tiene contratado "Moviestrella" con la tarifa del 6 en el móvil. O lo que es lo mismo, 6€ al mes, sin conexión a internet. Y claro, en Moviestrella, que tontos no son, insisten en que me haga alguna de las otras múltiples tarifas en las que puedo pagar más por servicios que no necesito. Normalmente en cuanto les digo que no tengo dinero para pagar más, se despiden y cuelgan, pero un día...

Hace no mucho, recibí una llamada de Moviestrella a mi móvil. Cómo no, el chico que llamaba me ofrecía cambiar mi tarifa a una que costaba 25€ al mes. Solo con escuchar eso dije que no me interesaba, a lo que el chico contestó con un tono bastante prepotente: "¿Cómo sabe que no le interesa si no le he explicado la oferta?" a lo que mi respuesta fue "Porque has sido tan listo que me has dicho el precio primero...". El chico explicó su oferta, que básicamente consistía en lo mismo que ya tenía, pero con conexión a internet sin límite. Cada vez que le decía que yo no necesitaba eso, él me decía "Señor, así podrá saber si alguien le mandó un correo electrónico esté donde esté". ¡Claro que sí, justo lo que necesitaba! ¡Saber que puedo comprar viagra a 15€ el frasco esté donde esté! Pero por más que le explicaba que no iba a pagar mas aunque me ofreciera un año de felaciones gratis, el chico ignoraba mis argumentos y seguía repitiendo su oferta una y otra vez, así que grité "¡Tío, eres mas tonto que cagar haciendo el pino con la boca abierta!" y colgué.

Por último, si algún teleoperador leyó esto: NO-QUIERO-COMPRAR-NADA.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Habemus pocas Papas.

Sí, amigos: Habemus Papam. Y dada la grandeza de este evento tan interesante y que tanto va a influir en nuestras vidas porque va a ser un factor determinante para el avance de la tecnología y el progreso social y... Vale, mejor dejo el sarcasmo. El caso es que en honor a este famoso evento, hoy os vengo a hablar de Papas, también conocidas como patatas o snacks, o mas bien de la ausencia de ellas.

Decidme una cosa: ¿Cuándo fue la última vez que comprásteis una bolsa de patatas/snacks y en el interior había más patatas que aire?
Yo tampoco lo recuerdo.
Y muchos dirán (y dicen): "No, es que el aire de la bolsa es para proteger las patatas y evitar que se rompan." Y yo digo: "Mis cojones." Porque al igual que les pasa a los distribuidores de snacks con su producto, yo tampoco quiero que mis dos amiguitos ovalados se rompan, pero no me veréis con una bolsa de aire en la entrepierna.

No es que esté sugiriendo que utilicen ropa interior para envasar los snacks, pero hay otras alternativas a llenar la bolsa de aire. Así, a bote pronto me viene una alternativa a la cabeza: Llenar la maldita bolsa con patatas, que para eso la he comprado.

Pero tranquilos, aún hay esperanza. Hace no demasiado, dando un paseo por un supermercado del cual Carre-no diré el nombre-four por no hacer publicidad encontré algo que creía extinto: Una bolsa de patatas fritas llena de... PATATAS. Lo sé, yo tampoco creí lo que estaban palpando mis dedos, así que comprobé de nuevo, y tanto esa bolsa como el resto de bolsas (que por cierto eran de la marca del supermercado en cuestión) estaban llenas de patatas y no de aire.
Así que, ilusionado, compré una bolsa y la llevé hasta casa como si del santo grial se tratara.

Una vez en casa con mi preciado tesoro, me dispuse a abrirlo para comprobar si en su interior se hallaba aquello que creí palpar a través del plástico, y en efecto: La bolsa estaba llena de patatas.
Emocionado, aguantándome las ganas de llorar de la emoción cogí una de las benditas patatas sabor barbacoa y me la eché a la boca, disfrutando el momento como si aquella fuera la primera comida de un náufrago tras una década de comer solo cocos. Sabía a mierda, seamos sinceros, pero la jodida bolsa estaba llena, aunque para el caso no sé que hubiese sido mejor.

Así que ya sabéis, amigos: Si alguna vez os encargáis del envasado de papas o snacks, llenad las condenadas bolsas. Aunque sea de excrementos de mono, la intención es lo que cuenta.

sábado, 9 de marzo de 2013

Induciendo a la sociopatía: Fauna de supermercado.

Hoy, por si alguien no se ha percatado, es sábado. Eso en mi casa significa "día de la compra".
Sí, amigos, hacer la compra. Esa noble y ancestral tradición consistente en entrar a un establecimiento -generalmente- lleno de gente, agenciarte un vehículo de cuatro ruedas no motorizado y enzarzarte en un trepidante derby de demolición con el objetivo de llenar el carro de objetos varios y salir del establecimiento cuanto antes y con el menor número de bajas.

Porque sí, la gente va al supermercado como el que va a los autos de choque: A evitar que el resto circulen y chocarte con todo lo vivo.
Pero la cosa no queda ahí, como en todo ecosistema, la fauna es variada y no todos los especímenes hallados en un mismo supermercado ejercen la misma función. Aquí van los principales grupos de individuos dedicados a atormentar a sus conciudadanos:

· Los tertulianos con complejo de barrera de acceso: Són un grupo de personas que han decidido que un pasillo de supermercado es el mejor sitio donde detenerse a hablar con los amigos ocupando el mayor área posible. Pero ese no es su mejor punto. La parte divertida sucede si estás haciendo la compra con mas gente, ya que acostumbra a suceder que el primero del grupo de peatones pide paso, y los tertulianos -cual torniquete/barrera de acceso al metro- dejan pasar a esa persona, pero vuelven rápidamente a su posición original, impidiendo así el paso al segundo peatón, que deberá pedir permiso para pasar, repitiéndose así el mismo proceso una y otra y otra Y OTRAS MIL VECES hasta que nadie mas necesite pasar. Será entonces cuando un integrante del grupo de tertulianos diga "Chicos, mejor nos movemos que aquí molestamos" y el grupo quedará disuelto.

· La señora del rebufo: Esa señora que, como si se tratara de un coche de carreras cogiendo el rebufo al de delante para acelerar por encima de sus posiblidades, aparecerá de ningún lugar a una velocidad sobrehumana y se colocará delante de tu carro, y entonces reducirá la velocidad hasta llegar a la marcha de señora mayor. Llegados a este punto, este especimen puede actuar de tres formas distintas. La primera -si tienes suerte- consistirá en cruzarse en tu camino e ir hacia un pasillo al que tú no te dirigías; la segunda y mas común consistirá en circular hacia tu misma dirección, pero mucho mas despacio de lo que tú lo harías; la tercera y mas desesperante consistirá en ver como la amable señora se coloca delante tuyo para buscar algo en el estante, que vete tú a saber por qué, finalmente no encuentra y termina siguiendo su camino, siempre en la misma dirección que tú y mucho mas despacio.

· Tu rival del derby: Exacto, si llevas tú el carro de la compra, éste será tu archienemigo. Se trata de otro individuo, equipado con un carro de la compra, que por algún motivo que desconoces te tiene en el punto de mira. Este individuo circulará por el mismo pasillo que tú, en dirección opuesta y buscando la colisión como el que busca agua en el desierto. Porque da igual que te eches a un lado del pasillo; da igual que te pares para darle paso; da igual que te apuntes al programa de protección de testigos y te refugies en un autocaravana en Siberia; tu rival del derby te encontrará y embestirá tu carro con todas sus fuerzas.

Y si a estas alturas te preguntas: ¿Cómo hago para evitar sufrir este infierno? Mi respuesta es: Búscate un carrito resistente y gana el Derby de Demolición.

domingo, 3 de marzo de 2013

Pistola y pezón, mala combinación.


Good morning Vietnam! Digo... Saludos, lectores.
Alguno se habrá dado cuenta del gran abandono en el que tenía al blog, pero por cosas que pasan decidí dejarlo por un tiempo, pero aquí estoy para hablar de un tema que siempre me ha escamado:
El sexo en las películas de acción.

Desde siempre me han gustado las películas de acción. ¿Qué mejor para simular un subidón de adrenalina que ver como lo tiene otro?
Explosiones, cristales volando, peatones gritando y correteando cual monjas escandalizadas tras el asalto de un exhibicionista, sicarios desangrándose como cochinillos, diálogos no siempre coherentes... Junta todo eso en una grabación de 100 minutos aproximadamente y me tendrás mas contento que a un tonto con una bolsa llena de lápices.
Pero por favor, POR FAVOR, no hace falta que me mostréis al protagonista revolcándose con su ligue durante media hora.

No os confundáis, amigos. Me gusta ver a gente magrearse como al que más, no me escandaliza ver una escena de sexo ni mucho menos. Pero sinceramente, para ver porno ya existe el propio porno.
Porque vale, he aprendido a tolerar que en prácticamente todas las películas terminen metiendo un romance, pero si voy a ver una película de tiros y explosiones quiero ver tiros y explosiones, no lenguas y tetas.

Y francamente, no sería la primera vez que estando en el cine me entran ganas de levantarme de mi butaca y gritar: "¡Joder, tío, tienes a una agencia supersecreta que quiere matarte por una información que has obtenido de pura casualidad, deja de lamerle los pezones a esa zorra y ponte a pegar tiros, maldito vago!". Porque vale, si acaba de salvar a su novia entiendo que quieran retozar y jadear como tortugas en pleno éxtasis, pero con que pongan una escena en la que se besan, soban y meten a la cama y pasan a la siguiente escena, ya me imagino que han estado practicando el noble arte del fornicio, no jugando al parchís toda la noche.

Así que por favor, si alguno de los aquí presentes llega a director de cine, no metáis una escena porno en una película de disparos y explosiones, un servidor os lo agradecerá.